En tuscursos.org tenemos una máxima: desaprender para aprender. Es uno de los pasos que hay que dar, uno de los botones que hay que pulsar para avanzar en el aprendizaje de otro idioma. Pero no sólo para eso, sino para avanzar en cualquier faceta de nuestras vidas.
Por nuestra experiencia en formación a profesionales y estudiantes sabemos que no es fácil enfrentarse al aprendizaje de otra lengua, pero también sabemos que crecer a lo alto es una cuestión de actitud y no de centímetros y que cuando una puerta se cierra se nos cae la venda con la que no veíamos el resto de salidas. Y en los idiomas, siempre hay una salida que nos sirve para seguir avanzando.
Hoy queremos hablaros de una de esas acciones que nos puede ayudar hacia el manejo de un segundo idioma. Esa herramienta es viajar, pero sobre todo vivir en otro país durante un periodo de tiempo. No hay nada más efectivo para hacer oído, ganar vocabulario y perder el miedo al ridículo, que además a los españoles nos sobrepasa.
Aprendemos constantemente de la gente que nos rodea y de nuestras propias experiencias, no siempre satisfactorias. Pero una cosa está clara, cuando viajamos y estamos en contacto con otros mundos ocurre lo inverso. Empezamos a desaprender, sin premeditación ni alevosía. Sencillamente, pensamientos preconcebidos por el entorno en el que hemos crecido, la educación que hemos recibido y la cultura que hemos adquirido empiezan a dejar de tener sentido.
Entonces, nos damos cuenta de que:
1. Las personas son personas aquí y allí. “Los hombres son hombres aquí y en la calle Mayor”. Cuando vives en otro país, por ejemplo Reino Unido, un país en el que conviven tantas nacionalidades, comprendes que al igual que tú lo has hecho, muchas otras personas dejan sus hogares para buscar alternativas en otros países. Algunos tienen un color distinto de piel, sus comidas y sus casas huelen diferente o sus normas sociales y costumbres se distinguen de las nuestras. De todos aprendemos. Otro idioma abre nuestra mente, amplía nuestros horizontes.
2. La palabra fracaso no existe. Los primeros días en un país que no es el nuestro son un caos. Abrir una cuenta bancaria o atender una llamada telefónica se hace un mundo. Hacerse entender para comprar cualquier cosa también es una historia. Por eso, cada día es un triunfo y una superación personal en todos los aspectos. La palabra fracaso pierde significado en favor de determinación, que escala puestos, porque cada cosa hecha es una batalla ganada, sobre todo en el idioma. Cada día incluimos una palabra en nuestro nuevo diccionario.
3. Los problemas tienen varias dimensiones y ninguna es lo suficientemente grande como para constituir un abismo insalvable. Lejos de la familia, de los amigos, de las cosas que nos gusta hacer e incluso de nuestras vocaciones, ningún escollo es tan alto como lo veíamos antes de estar tan lejos de algo tan importante y necesario como ellos.
4. Que contra el miedo solo hay una escapatoria: caminar hacia él. El cambio está en nosotros y no podemos esperar a que alguien pulse la tecla para que nuestra vida dé un vuelco. Debemos afrontar los nuevos retos con valentía.
5. Un viaje, dure lo que dure, es mejor hacerlo a que te lo cuenten. Viajar, conocer gente, aprender otros modos de vida y otras maneras de ver el mundo. Abrir la mente, en definitiva. Cualquier viaje permite conectar, máxime cuando esa experiencia se dilata en el tiempo.
Desaprender para seguir avanzando, para continuar aprendiendo. Si estás pensando en dar ese salto, En tuscursos.co te ayudamos a hacerlo. Si ya has tomado la decisión de probar fuera de España o si has conseguido un trabajo y tienes ya la fecha para emprender tu viaje, te ofrecemos la posibilidad de afianzar tu nivel para que las primeras semanas en tu país de destino no sean una odisea. Solo tienes que informarte en www.infotuscursos.org.
Te recomendamos que no vayas de cero, que te lleves en la maleta una base para que la inmersión en el nuevo país no sea traumática y puedas desenvolverte desde el principio con un idioma fluido.
Escrito por: Nievez Sánchez González